Ah, qué sábado. Cuánta gente que hace mucho que no veía. Todos siguen más o menos igual.
Habrá que esperar más tiempo.
Pero es el miedo. Siempre el miedo. Si se espera más tiempo, ¿quién te dice que no vayas a perder contacto?
A veces hay que arriesgarse. Sea a reunirse, a religar algo que nunca estuvo, a volver a ver a gente que, por algún extraño motivo, no soportabas y pensás que ahora, con el tiempo, con la curiosidad, vas a soportar.
Quién sabe.
Me cansa que todo, todo, TODO, sea cuestión de tiempo.